Un año después de formar un sindicato, casi 400 trabajadores en el Hospital USC Verdugo Hills salieron a las calles por primera vez este mes, realizando un piquete informativo mientras luchan por un contrato que les ofrezca niveles seguros de personal y salarios y beneficios justos.
“Nuestras familias también vienen aquí; por eso queremos que haya suficiente personal”, dijo Noemí Galván, una técnico de imagen en el hospital, a la televisora KTLA-5, que cubrió la acción junto con KABC radio y el periódico Glendale News Press. La falta de suficiente personal, añadió, “repercute en todo el sistema… y al final termina impactando el cuidado del paciente”.
Líderes comunitarios, incluyendo al Asambleísta Nick Schultz y Taline Arsenian, Presidente de la Asociación de Maestros de Glendale, se unieron a los trabajadores en la línea de piquete.
Existe un gran apoyo comunitario a los trabajadores del hospital de Glendale, que fue comprado por USC en 2013, cuando prometió ofrecer atención médica de clase mundial. Sin embargo, recientemente cerró el centro de maternidad y la unidad de cuidados intensivos neonatales. Al mismo tiempo, cada vez hay mayor falta de personal, y los asistentes de enfermería ahora deben estar a cargo de hasta 14 pacientes por turno.
“Enfrentamos una crisis de falta de personal, y la respuesta de USC ha sido forzarnos a atender a más pacientes mientras recorta servicios”, dijo Ricardo Ramírez De La Rosa, un asistente de enfermería en el hospital. “Lo que nos exigen a nosotros los trabajadores de la salud no es sostenible, y la postura de la universidad en las negociaciones contractuales solo empeora las cosas”.
A medida que empeoran las condiciones dentro del hospital, casi 400 trabajadores, incluyendo enfermeras vocacionales con licencia, asistentes de enfermería, técnicos médicos, y terapeutas respiratorios, votaron en diciembre pasado para unirse a NUHW. Hasta la fecha, la universidad se niega a aceptar sus propuestas para asegurar que haya suficiente personal y que tengan los mismos beneficios y protecciones laborales que tienen los más de 2,000 miembros de NUHW en otros hospitales de Keck-USC.
El piquete informativo del 10 de diciembre fue la primera acción pública de los trabajadores, pero no será la última si USC no empieza a llegar a acuerdos en la mesa de negociación.
“Fue estupendo ver a tantos de mis compañeros de trabajo unirse y exigir un trato justo para los pacientes y para ellos”, dijo Didi Sabino, quien trabaja admitiendo pacientes en la sala de emergencias del hospital. “Nos hemos hecho mucho más fuertes en el último año, y estamos dispuestos a aprovechar esta acción para hacer que USC respete nuestro trabajo y a los pacientes a los que atendemos”.