Después de una dura campaña que obligó a la gerencia a pasar de congelar los salarios a aceptar aumentos sustanciales, más de 1,200 trabajadores del Hospital Keck de USC y del Centró de Cáncer Norris ratificaron recientemente un nuevo contrato.
El acuerdo de tres años aumentará los salarios en un promedio del 23.4 por ciento, y se espera que algunos departamentos, como las unidades de cirugía y enfermería, vean aumentos salariales superiores al 30 por ciento. Los empleados a tiempo completo también recibirán un bono por la ratificación que oscilará entre 2,600 y 4,100 dólares.
Los trabajadores también obligaron a la gerencia a dar marcha atrás en las propuestas de reducción de salarios y a mantener su plan de salud gratuito y sus protecciones contra la subcontratación.
“Cuando pienso en dónde empezamos las negociaciones y dónde terminamos, estoy realmente orgulloso de lo que logramos”, dijo Miguel González, delegado sindical del Departamento de Servicios Ambientales (limpieza) del Hospital Keck de USC. “Pero sé que no todo el mundo está encantado con este contrato y respeto su punto de vista”.
González, que ha trabajado en el hospital durante 22 años, dijo que él y sus compañeros de trabajo estaban contentos con los aumentos salariales obtenidos en esta ronda de negociaciones, y los describió como “los mejores que hemos ganado nunca”.
Los trabajadores de Keck-USC siempre han sido muy duros en las negociaciones contractuales. En rondas anteriores de negociación, consiguieron aumentos sustanciales y obligaron a la universidad a incorporar a sus compañeros de trabajo de limpieza y servicio de comidas, cuyos trabajos habían sido subcontratados a una empresa que ofrecía salarios y beneficios bajos.
Esta vez se opusieron a la congelación de salarios y a la reducción de beneficios, pero cuando llegó el momento de los aumentos, la universidad decidió enfocarse en los puestos que estaban por debajo del mercado. Eso dio como resultado un contrato que incluye grandes aumentos para muchos trabajadores, como los trabajadores de procesamiento estéril cuyos salarios aumentarán más del 40 por ciento en los próximos tres años, pero aumentos más modestos para los trabajadores que se mantuvieron muy por encima del mercado, incluidos los terapeutas respiratorios de alto nivel, cuyos salarios aumentarán un 12.5 por ciento.
No es algo inusual, pero resultó difícil para un comité de negociación grande y diverso y para los trabajadores que representaba. El comité inicialmente recomendó rechazar la última, mejor y oferta final de la gerencia, lo que los trabajadores hicieron en una votación relativamente reñida.
Pero como no había suficiente apoyo para una huelga, el comité finalmente acordó conseguir algunas concesiones más de la gerencia antes de recomendar que se aceptara la oferta, lo que se hizo con una gran mayoría.
“Luchamos por mantenernos unidos”, dijo González. “Fue una situación difícil y fue doloroso ver surgir diferencias. Ahora es el momento de seguir adelante. Siempre hemos ganado buenos contratos, pero la mejor manera de ganar un mejor contrato la próxima vez con el que todos estén contentos es trabajar juntos más de cerca y fortalecer los lazos que nos unen”.
