Como trabajadora social con una larga trayectoria en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital de Niños de Oakland, Ruth Crowe ha visto cómo las familias del Este de la Bahía se enfrentan a mayores dificultades para recibir atención médica desde que UCSF se afilió al hospital en 2014 y comenzó a trasladar sus servicios a San Francisco.
Crowe, quien lleva 23 años trabajando en el hospital, recuerda a una familia de Antioch cuyo hijo fue enviado al hospital de niños de UCSF en San Francisco tras pasar cuatro meses en Oakland.
“Tenían un auto que se descomponía con frecuencia y tenían que pagar el peaje del puente y la gasolina para llegar”, comentó. “Era un gran problema porque también necesitaban ayuda con el cuidado infantil y los estaban enviando más lejos de casa”..
La familia luchó y al final convenció al Hospital de Niños de Oakland para que le hicieran la cirugía que necesitaba el pequeño en ese recinto, en vez de San Francisco.
De la misma forma, Crowe y sus 1,300 compañeros miembros de la NUHW están luchando para conservar su sindicato y sus salarios ganados con tanto esfuerzo.
Como parte de lo que la UCSF denomina un “Plan de Integración”, la universidad busca cancelar los contratos con NUHW, trasladar a casi todos sus miembros a sindicatos de la Universidad de California y, en consecuencia, reducir su salario neto en un promedio de $10,000 anuales. Decenas de trabajadores cuyos empleos no están representados por sindicatos de la UC perderían por completo su representación sindical. La UCSF planea proceder con la integración el 6 de julio.
“Me siento entre indignada y consternada, triste y afligida”, declaró Crowe. “Tenemos menos de dos meses para demostrar que todo nuestro arduo trabajo, pasión y dedicación a la atención al paciente valen algo. Tenemos que luchar por lo que es correcto y mostrarle al hospital y a UCSF cómo cuidar a sus pacientes y empleados”.
El Hospital de Niños de Oakland se afilió a UCSF en 2014, pero se ha mantenido como un hospital independiente de UCSF Health. El “plan de integración” de UCSF no cambiaría eso, pero obligaría a los trabajadores del Hospital a ser recontratados como empleados directos de UCSF.
Para los 1,300 miembros de NUHW en el hospital, como Crowe, esto significaría una reducción significativa en su salario neto, ya que tendrían que pagar miles de dólares más por sus beneficios de salud y jubilación. Para los pacientes significaría la posible pérdida de trabajadores de salud dedicados que son firmes defensores de la preservación de la atención pediátrica crítica en el Este de la Bahía.
En 2020, los miembros de NUHW ayudaron a aprobar la Medida C, un aumento del impuesto sobre las ventas del Condado de Alameda que proporciona cientos de millones de dólares que UCSF puede usar para financiar las renovaciones del Hospital de Niños de Oakland.
A medida que UCSF comenzó a trasladar sus servicios a su nuevo hospital infantil al otro lado de la Bahía, los miembros de NUHW celebraron una asamblea pública virtual con funcionarios locales durante los peores días de la epidemia del COVID. En respuesta, la Alcaldía de Oakland aprobó una resolución oponiéndose a la pérdida de servicios y solicitando a la UCSF la formación de una junta directiva diversa que incluya a los trabajadores para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas del hospital en la prestación de servicios accesibles para todos los residentes de la ciudad.
Tras una huelga en 2023, NUHW logró que se incluyera una cláusula innovadora en su contrato que dificultó considerablemente que UCSF trasladara servicios fuera del Este de la Bahía o subcontratara su trabajo.
Ahora, Crowe y sus colegas están decididos a conservar los contratos que tanto les costó conseguir y su sindicato, lo que los ha convertido en defensores destacados del mantenimiento de la atención pediátrica en el Este de la Bahía.
Los trabajadores realizaron una manifestación masiva en abril y una segunda el 1 de mayo, a la que se unieron otros trabajadores del hospital y miembros de diferentes sindicatos. En la manifestación del 1 de mayo, los miembros del NUHW comenzaron a difundir una petición de huelga en oposición al “plan de integración”.
También piden a los funcionarios electos que defiendan sus derechos como trabajadores de la salud sindicalizados.
Crowe llamó recientemente a la oficina de la asambleísta Buffy Wicks, cuyo distrito incluye el hospital. Ella mantuvo una larga conversación con un miembro del personal de su oficina, quien desconocía la situación.
“Le dije que queremos seguir con NUHW y mantener nuestro contrato. Le dije que realmente necesitamos que nuestros funcionarios electos defiendan a los pacientes y a los trabajadores”, recordó Crowe.
La llamada impulsó a la asambleísta Wicks a contactar a NUHW para obtener más información sobre la situación.
Los miembros de NUHW también están llamando al presidente del Hospital de Niños de Oakland, el Dr. Nicholas Holmes, para advertirle que la “integración” sería perjudicial tanto para los trabajadores como para los pacientes.
Si el “plan de integración” entra en vigor en julio, como pretende la UCSF, Crowe teme que la universidad elimine los programas a domicilio y de intervención temprana en toda la zona Este de la Bahía y que los trabajadores se marchen a otros hospitales.
Crowe dijo que ha escuchado de muchos miembros de NUHW en el hospital que indicando que si se convierten en empleados directos de la UCSF, quizá tengan que buscar trabajo en otro lugar o un segundo empleo”.
A principios de mayo, varios trabajadores del Hospital de Niños se dirigieron a la Junta de Regentes de la UCSF, pidiéndoles que detuvieran el “plan de integración” de la UCSF. Si no lo hacen, Crowe está lista para ir a la huelga.
“No debemos tener miedo de las grandes entidades”, dijo. “También somos poderosos. Hemos logrado cosas en nuestros contratos con NUHW que nunca pensamos que lograríamos. Tenemos poder si nos mantenemos unidos y podemos ganar si nos mantenemos unidos y luchamos contra esto”.
