Cuando se trata de educación, la Universidad del Sur de California se ha enfrentado a la Administración Trump, pero cuando se trata de sus propios trabajadores, la universidad está explotando la eliminación de las protecciones laborales por parte de Trump para violar sus derechos como trabajadores sindicalizados.
El 21 de noviembre, los miembros de NUHW — incluyendo enfermeras vocacionales con licencia, asistentes de enfermería, trabajadores de la limpieza, técnicos médicos y terapeutas respiratorios — organizaron un piquete informativo para exigir que la universidad pare de violar su contrato e incumplir las leyes laborales federales que han protegido a los trabajadores por décadas.
“USC aparenta ser un bastión de libertad académica mientras sus ejecutivos toman ventaja de la guerra del Presidente Trump contra la gente trabajadora para intentar someternos”, dijo Lucy Lamont, una asistente administrativa en la Clínica Ortopédica. “No vamos a permitir la hipocresía de USC, y no vamos a mantenernos callados mientras la universidad se rehúsa a cumplir la ley”.
El piquete surgió después que los trabajadores organizaron un mitin a principios del mes que culminó con una marcha contra el jefe donde exigieron que Keck-USC pare de violar sus derechos.
La Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés) ha venido operando sin quórum desde que el Presidente Trump despidió a un funcionario del partido Demócrata, limitando su habilidad de regir sobre temas laborales clave. El mes pasado, la Junta presentó una demanda en contra del Estado de California buscando revertir una ley recientemente aprobada que permitiría que la Junta de Relaciones Laborales Públicas de California regule las relaciones laborales del sector privado cuando la NLRB no tiene un quórum.
NUHW representa a 1,800 trabajadores de la salud en USC, incluyendo a personal del Hospital Keck de USC, del Centro Comprensivo de Cáncer Norris, y el Hospital USC Verdugo Hills, así como el centro de llamadas y clínicas de Keck-USC. Ante la inoperancia de la NLRB, USC ha violado repetidamente la ley laboral federal, incluyendo:
- Negarse a negociar un contrato para trabajadores recientemente sindicalizados en la clínica Engemann y dilatando las negociaciones en la Escuela de Farmacia Mann.
- Negarse a reunirse para lidiar con quejas presentadas por trabajadores o establecer audiencias de arbitraje.
- Cerrar el laboratorio del sueño en el hospital Keck-USC y reabrirlo en el Hospital USC Verdugo Hills, donde sólo acordó recontratar a trabajadores como empleados no sindicalizados.
“USC está cometiendo actos anti-sindicales, y no lo estarían haciendo si Donald Trump no fuera presidente”, dijo Sabrina Fausto, quien trabaja en el Centro de Salud Estudiantil Engemann en el campus universitario. “Quizá no tengamos las mismas protecciones bajo la ley que teníamos antes, pero nos tenemos unos a los otros, y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para defender nuestros derechos porque eso es lo mejor para nuestros hospitales y nuestros pacientes”.






























































































































































































































































































