Los miembros de NUHW del Hospital de Niños Benioff de la UCSF en Oakland luchan por conservar su sindicato y su sólido contrato, mientras la universidad implementa un “plan de integración” que los afiliaría a otros sindicatos y reduciría su salario neto en un promedio de $7,000 al año.
El 1 de abril, los trabajadores, incluyendo más de 1,300 técnicos médicos, personal administrativo, personal de limpieza y profesionales, se manifestaron frente al hospital de Oakland para demostrar su determinación de conservar su contrato y su sindicato.
Poco después de la manifestación, el 98 por ciento de los trabajadores que votaron en una elección organizada por una agencia independiente votaron a favor de seguir con NUHW.
“Este no es un plan para mejorar la atención; es un robo de salarios”, declaró Angélica Leiva, especialista en desarrollo infantil del Hospital de Niños de Oakland, antes de la manifestación. “La UCSF está apropiándose del dinero de los trabajadores de la salud del Este de la Bahía y quedándoselo. Queremos conservar nuestro sindicato y nuestro contrato, y esa debería ser nuestra decisión, no la de la Universidad de California”.
La manifestación acaparó titulares locales con artículos en Becker’s Hospital Review y KPFA.
La UCSF se afilió al Hospital de Niños de Oakland en 2014, administrándolo como una entidad privada sin fines de lucro independiente de UCSF Health. Sin embargo, a principios de este año, la UCSF informó a los trabajadores sobre un plan de integración que entraría en vigor en julio.
El plan no es una fusión. No cambiaría nada relacionado con la estructura de propiedad, la financiación ni la licencia del hospital. El único cambio tangible sería la situación laboral de sus trabajadores del Este de la Bahía, lo que permitiría a la UCSF reducir significativamente su salario neto y quedarse con ese dinero.
Según el plan, la UCSF despediría a sus trabajadores del Hospital de Niños de Oakland y sus clínicas satélite en el Este de la Bahía y los volvería a contratar como empleados directos de la UCSF. Esta medida rescindiría sus contratos sindicales y los afiliaría a los sindicatos de la UCSF, cuyos contratos exigen a los trabajadores pagar miles de dólares más por sus beneficios médicos y de jubilación.
Además de recortar drásticamente el salario neto de los trabajadores, el plan de integración también permitiría a la UCSF transferir libremente a sus trabajadores entre el Hospital de Niños de Oakland y el campus de Mission Bay en San Francisco. Si bien la UCSF afirma que la medida les brindaría mayor flexibilidad, a los trabajadores les preocupa que les resulte difícil viajar más lejos para trabajar, lo que provocaría renuncias que, en última instancia, dejarían al Hospital de Niños de Oakland con menos personal disponible.
“El falso plan de integración de la universidad no es más que una estrategia para dejarnos con menos salario neto y a nuestros pacientes con menos trabajadores dedicados”, declaró Rosie Brooks, operadora de telecomunicaciones del hospital. “La UCSF tiene miles de millones de dólares; no debería estar sacándonos dinero de nuestros bolsillos ni de las comunidades a las que servimos”.
Los miembros de NUHW en el hospital y las clínicas satélite han luchado arduamente para salvaguardar la atención comunitaria desde su afiliación a la UCSF en 2014. Tras celebrar la mayor huelga en la historia del hospital en 2023, los trabajadores consiguieron mejores salarios y disposiciones que dificultan que la UCSF traslade sus servicios del Este de la Bahía a San Francisco.
El NUHW está emprendiendo acciones legales para detener el plan de integración de la UCSF, que constituye una subcontratación ilegal de trabajadores bajo sus contratos actuales. Los trabajadores también están considerando una huelga si la UCSF sigue adelante con su plan de integración.
“El plan de la UCSF es perjudicial para los trabajadores y los niños del Este de la Bahía”, declaró Cameron Lewis, embajador de servicios para pacientes del hospital. “Vamos a comunicarnos con toda nuestra comunidad sobre lo que está en juego y vamos a detenerlo. Todos deberían poder elegir su propio sindicato, y ningún trabajador debería ver reducido su salario neto para que su empleador pueda aumentar sus ganancias”.