Mientras que los miembros de cinco hospitales Providence hacen campaña por unificar los contratos, 55 trabajadores profesionales en St. Joseph Eureka en el Condado de Humboldt, y casi 100 otros en el Hospital Santa Rosa Memorial, votaron recientemente para unirse a NUHW.
Estos nuevos miembros, que incluyen a fisioterapeutas, trabajadores sociales, profesionales de salud mental y dietistas, se organizaron para salvaguardar el cuidado al paciente y mejorar sus salarios y condiciones de trabajo.
Willow Svien, una terapeuta ocupacional que ha trabajado en el Hospital St. Joseph Eureka por los últimos nueve años, dijo que ella y sus compañeros de trabajo empezaron a organizarse a medida que Providence imponía medidas de productividad que restringen su discreción clínica e impactan sus oportunidades de crecimiento laboral.
“Estaban cambiando nuestros horarios de trabajo, y no nos daban la flexibilidad que teníamos antes”, dijo Svien acerca de las metas de producción de la empresa, las cuales calificó como “imposibles”.
Los trabajadores que no cumplían con estas metas de productividad, especialmente aquellos con la más alta señoría (experiencia), enfrentaban el riesgo de ser degradados en el programa de “escalera laboral” que les permite desarrollarse profesionalmente en el hospital.
“Solo se limitaban a quitarnos cosas, y nos dimos cuenta que necesitábamos hacer algo al respecto”, dijo Svien. “Dijimos ‘a menos que nos unamos, no tenemos voz ni protección”.
Ahora que han formado un sindicato tendrán una voz en su lugar de trabajo y el derecho a negociar colectivamente sobre temas que les afectan, incluido abogar por salarios justos, horarios flexibles, seguridad laboral, suficiente cantidad de personal, y oportunidades de avance laboral.
“Tan solo al escuchar a mis compañeros (sindicalizados) de cómo obtienen aumentos y que tienen voz en cómo se hacen las cosas; nosotros también queríamos tener ese mismo poder de lucha”, dijo Nathaniel Áviles, un trabajador social en Santa Rosa Memorial.
Agregó que el esfuerzo de sindicalización en Santa Rosa vino debido a las desigualdades que él y sus compañeros enfrentaban, como no recibir los mismos beneficios o incentivos por trabajar un turno de fin de semana. Tampoco pueden participar en el programa de escala clínica que recompensa a los empleados con aumentos del 5 o 10 por ciento por obtener una licencia, hacerse cargo de proyectos especiales, y hacer más de lo que generalmente implican sus tareas.
“Solo queremos tener voz y voto en cómo funcionan las cosas, hacer las cosas más equitativas para los trabajadores sociales en el hospital”, dijo Áviles. “Necesitamos un asiento en la mesa para poder abogar por nosotros mismos sin miedo a que haya represalias”.
NUHW ha venido creciendo rápidamente en el sistema Providence. El año pasado, casi 600 trabajadores en el hospital Providence Little Company of Mary, San Pedro votaron para unirse a NUHW.
