Miembros de NUHW en el Hospital Keck de USC y del Centro Integral de Cáncer Norris votaron abrumadoramente en agosto para autorizar una huelga mientras la universidad continúa exigiendo concesiones en las negociaciones del contrato.
Después de casi siete meses de negociaciones, el 86 por ciento de los 1,400 trabajadores del hospital emitieron un voto, y casi todos apoyaron la autorización del paro laboral. Los miembros de NUHW en las clínicas de Keck-USC y el Centro de Llamadas lanzaron sus propias autorizaciones de huelga el 25 de agosto después que la universidad hizo una propuesta que no daría aumentos a muchos de los trabajadores.
“Estamos luchando por nuestros pacientes”, dijo Nayeli Alonso, quien trabaja en Imaging en el Centro de Cáncer Norris. “Cada vez hace falta más personal en nuestro hospital y los pacientes deben esperar más para ser atendidos. La situación no mejorará mientras la universidad insista en pagarnos menos del mercado”.
Los trabajadores de USC, que incluyen enfermeras vocacionales con licencia, asistentes de enfermería certificados, terapeutas respiratorios, técnicos médicos, y personal de limpieza enfrentan una alza en la inflación, mayores costos de vida, y salarios más bajos que los que tienen trabajadores de otros hospitales líderes en el área, incluyendo UCLA Health.
A pesar de la falta de personal y la sobrecarga de trabajo que esto supone para los demás trabajadores, la universidad exige congelar salarios para algunos trabajadores y la eliminación de la garantía de un plan de salud HMO gratuito del cual dependen muchos trabajadores para cubrir a sus seres queridos. La universidad también quiere limitar severamente el derecho de los trabajadores para hablar públicamente sobre los temas del lugar de trabajo que impactan a los pacientes.
“Sentimos que USC no nos deja otra opción que irnos a la huelga”, dijo David Zavala, un técnico de atención al paciente en el Hospital Keck de USC. “Estoy decepcionado con USC. Cuando empecé aquí, pensé que estaba trabajando para una universidad que se preocupaba por sus empleados, sus pacientes, y nuestra comunidad. Parece que quieren que agarremos un segundo trabajo y sacarnos de Los Ángeles. Ellos tienen billones de dólares. Sus ejecutivos ganan millones. ¿Por qué no me pueden pagar lo suficiente para pagar mi renta en mi casa que está cerca de la universidad?”
La autorización de la huelga llega después de siete meses de negociaciones contractuales. Los empleados han venido exigiendo a la gerencia que ofrezca un acuerdo justo, y hasta han realizado un mitin y un piquete informativo.
