Frustrados por la “erosión” de la paga, los estándares inadecuados de horarios y prácticas laborales injustas, 21 farmacéuticos del Centro Médico MarinHealth votaron recientemente para unirse a NUHW.
Su camino hacia la victoria sindical no fue fácil. La gerencia intentó intimidarlos para que no se sindicalizaran y luego argumentó sin éxito ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales que no calificaban para convertirse en miembros del sindicato.
“El hospital intentó vehementemente negar nuestro derecho a afiliarnos a un sindicato al afirmar falsamente que éramos supervisores”, dijo Eugene Malmquist, quien ha trabajado durante 22 años en el hospital público de distrito con 327 camas que también sirve como centro de traumatología de Nivel III. “Pagaron a sus abogados caros para que presentaran un argumento débil que fue decisivamente rechazado por el juez de la NLRB.”
El esfuerzo de sindicalización de los trabajadores fue motivado por sus compañeros técnicos de farmacia en el hospital, quienes organizaron una huelga de un día el año pasado. El hospital rápidamente aceptó un contrato que aumentó los salarios en un promedio del 19 por ciento en cinco años.
Los trabajadores de la Clínica de resonancia magnética para pacientes ambulatorios de MarinHealth, que participaron en la huelga de un día junto con sus colegas del hospital, también aceptaron un contrato de cinco años que incluye un aumento de compensación promedio del 23 por ciento en el primer año.
“Estamos formando un sindicato para que los farmacéuticos no se queden como uno de los únicos profesionales empleados por el hospital que no están representados por un acuerdo de negociación colectiva”, dijo Malmquist.
Los trabajadores recientemente sindicalizados negociarán su propio contrato por separado. Su objetivo es tener una voz fuerte en asuntos relacionados con la atención al paciente en el hospital. Además, buscan salarios justos y competitivos, especialmente considerando que están en uno de los condados más caros del país. También quieren seguridad laboral, que incluye un proceso para disputar la disciplina injusta y el acoso.
“No puedo esperar a que negociemos mejoras en nuestra paga y condiciones de trabajo”, dijo Malmquist. “Juntos, estoy seguro de que podemos hacer que esta farmacia sea segura y justa”.
