Cuando Donald Trump fue elegido presidente en 2016 con una plataforma antiinmigrante en la que prometía construir un muro entre Estados Unidos y México, NUHW no perdió tiempo en movilizarse para proteger los derechos de sus miembros y sus pacientes.
Después de reuniones de miembros y encuestas en todo California, NUHW aprobó una resolución en la que se declaraba un Sindicato Santuario y se comprometía a proteger a sus miembros de las redadas de inmigración del nuevo presidente con la misma determinación feroz con la que los protege contra los empleadores deshonestos.
Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, la Junta Ejecutiva de NUHW decidió ampliar su resolución de Sindicato Santuario para incluir la protección de los derechos de las personas transgénero y reflejar la postura más agresiva que ha adoptado la segunda administración Trump en la lucha contra los inmigrantes, incluidos aquellos que buscan atención médica.
“Nuestra resolución actualizada habla del peligro real que enfrentan muchas de las personas más vulnerables de nuestro país y de nuestro compromiso como sindicato de defender a nuestros miembros y pacientes”, dijo la presidenta de NUHW, Sophia Mendoza. “Este es un momento decisivo y todos tenemos que entrar en acción y luchar por la justicia y la igualdad de derechos”.
Desde que asumió el cargo, el presidente Trump ha atacado a los inmigrantes al ordenar inconstitucionalmente el fin de la ciudadanía por derecho de nacimiento, al tiempo que inició deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados, así como de muchos que ingresaron al país legalmente durante la administración Biden. Trump también anuló la prohibición de las redadas de inmigración en lugares sensibles o cerca de ellos, incluidos los centros de atención médica.
Después de atacar los derechos de las personas transgénero durante la campaña, Trump firmó órdenes ejecutivas que restablecieron la prohibición de personas transgénero en las fuerzas armadas y eliminaron la cobertura de la atención de afirmación de género de las pólizas de seguro médico federal.
“NUHW se mantiene firme en nuestra posición de que todos tienen un derecho humano fundamental a la atención médica”, dijo Mendoza. “Nuestros miembros brindan atención médica que salva vidas. Quitarle el acceso a la atención médica a las personas en función de su ideología política o religiosa no solo es poco ético, sino que es una herramienta de discriminación que viola los derechos constitucionales de los pacientes”.
NUHW tiene una larga tradición de defensa del derecho a la atención médica. Durante el auge de la epidemia del SIDA, los líderes del NUHW instituyeron la primera política sindical que educaba a los miembros sobre la enfermedad para reducir las preocupaciones sobre el tratamiento de pacientes con VIH/SIDA.
La resolución actualizada compromete al NUHW a “proteger activamente los derechos y la seguridad de cada miembro” y solicita que los empleadores donde trabajan los miembros de NUHW se declaren “zonas seguras” para que nadie se sienta amenazado cuando busquen atención médica. NUHW tampoco cooperará voluntariamente con agentes federales para hacer cumplir las leyes de inmigración o recopilar información personal sobre los miembros que pueda revelar su estatus migratorio, excepto según lo exijan los requisitos federales I-9 aplicables a los empleados del NUHW.
